«Queremos realizar música con un factor más, con el factor X, música con corazón y alma» (Bono). Dublín, 1976.
«He gastado toda mi plata para comprar una batería. ¿Hay alguien que ha hecho lo mismo con otros instrumentos y quiere formar un grupo? ». A la invitación de Larry responden algunos estudiantes del colegio: Paul Hewson (Bono), Adam Clayton e Dave Evans (The Edge). En aquel encuentro nacerá U2.
Con la oleada del fervor punk (hace falta tres acordes y lanzarse sobre un palco y tocar) los U2 desarrollan un sonido original, nacido también por necesidad (tenían un solo amplificador, la guitarra debe distinguirse del bajo tocado en un registro agudo, cosa que en breve se vuelve la marca de fábrica de Adam, el bajista del grupo).
Jugando sobre elementos mínimos pero fascinantes, ellos crean un rock simple y explosivo y darán voz a una tensión humana sincera, puesta al desnudo por la intranquilidad de Bono. La muerte de la madre, marcándolo profundamente, permanecerá en el tiempo como el signo dramático de lo que falta en su vida y será el origen del descubrimiento de la fe cristiana.
Escribe Bono: «No recuerdo mucho de mi madre. Tenía catorce años cuando ella murió. No la acompañaba, por esto que todo anduvo torcido cuando murió. Es porque no había experimentado todavía aquel amor gratuito que una madre tiene por su hijo».
U2 es un grupo caracterizado por el deseo de encontrar el lugar de la felicidad y del amor. Ojalá que nosotros podamos acercarnos a la música de los U2 con esta conciencia: «Buscando llenar el hueco con forma de Dios. Todos tienen este hueco. Algunos más negro y más amplio de los demás. Eso corre derecho a la tristeza. Es esto que te hace gritar a Dios. Y no creo que tú nunca puedas llenarlo, no completamente. Puedes probar, pero si eres bastante silencioso puedes escuchar el silbido» (Bono).
¡Un cantante rock que habla de silencio para poder escuchar a Dios! (Continuará...)
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